Un nuevo mapa del endometrio abre la puerta a encontrar posibles tratamientos a la endometriosis

La investigación involucra técnicas avanzadas de biología molecular e inteligencia artificial, y permitirá conocer más sobre una enfermedad que afecta a 190 millones de mujeres y no tiene cura.

La medicina tiene una deuda en el estudio de la salud de las mujeres y el avance de la tecnología está ayudando a saldarla. Un equipo internacional de científicos ha publicado el mapa celular más detallado del endometrio, la capa de tejido interna que recubre el útero, utilizando técnicas avanzadas de biología molecular y aprendizaje automático. Este logro, cuyos resultados se publicaron en la revista Nature Genetics, podría arrojar algunas pistas en la investigación de la endometriosis, una enfermedad de la que se conoce muy poco aunque afecta a más de 190 millones de mujeres en todo el mundo.

Roser Vento-Tormo (Valencia, 37 años) trabaja en el Wellcome Sanger Institute de Reino Unido, es una de las científicas que firma la publicación y explica que existen varias razones por las que el estudio del endometrio está “históricamente postergado”. Una de ellas, la principal, es que “por lo general se invierte poco dinero en todo lo que tiene que ver con la salud de la mujer”, asegura. Otra es que el endometrio es uno de los sistemas más dinámicos y complejos del cuerpo humano, por lo que estudiarlo implica varios retos. “Es un tejido que cambia su composición cada cinco días y se regenera entero cada mes de forma perfecta y sin cicatrices”, dice. Durante el ciclo menstrual, el endometrio se engrosa y prepara al útero para un posible embarazo, si este no ocurre, el tejido nuevo se desprende y sale a través de la menstruación. Ese proceso depende de millones de células que van cambiando su identidad y su función dependiendo del tipo de hormona con la que interactúan en cada momento del ciclo, afectando no solo sus propias características, sino también las de otras células, lo que genera un efecto en cadena que para los científicos es difícil de rastrear.

El nuevo mapa funciona como una brújula. “Fue como crear un Google Maps del endometrio con el que podemos saber dónde está cada célula, de qué está compuesta y qué tipo de interacción tiene con las células que la rodean”, detalla Vento-Tormo. Para lograrlo, los científicos recurrieron a la secuenciación de célula única, una técnica que permite analizar el material genético del ARN célula a célula. “Es como tener un pasaporte para cada unidad en el que se puede leer su composición, qué función cumple dentro del cuerpo y qué puede hacer a gran escala cuando interactúa con otras células”, detalla la autora.

FUENTE: https://elpais.com/salud-y-bienestar/2024-09-19/un...


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